Actualidad
Por Valentina Cortés Lehuei , 2 de septiembre de 2024 | 16:30Fondo Esperanza: potenciando el emprendimiento indígena
La organización de desarrollo social más grande a nivel nacional, busca a través de esta nueva metodología apoyar a distintos sectores rurales del país.
El 2024 Fondo Esperanza comenzó a trabajar con emprendedoras y emprendedores de sectores
rurales.
Si bien ya se realizaba este trabajo, en esta oportunidad se busca adaptar la metodología de los créditos, educación y redes de apoyo a la ruralidad en las comunidades indígenas.
Desde la organización de desarrollo social informaron que su objetivo es estar presente en distintos sectores rurales del país, es así que ya cuentan con el primer asesor del segmento rural, Eduardo Contreras. Junto con ello se está aplicando el nuevo piloto de metodología para emprendedores rurales, enfocados en pueblos indígenas.
Actualmente, trabaja con algunos emprendedores del pueblo Diaguita, perteneciente al norte de Chile.
Esta metodología se diferencia al trabajo normal de la institución en términos de tiempo, ya que considera reuniones quincenales, y presenciales en el primer ciclo de pago, entendiendo que la zona rural maneja otras distancias y conectividad geográfica. Además, tiene una brecha digital más alta que el promedio.
Está estrategia de trabajo se da en sectores del país donde existe población indígena que busca mantener su cultura y tradiciones, pudiendo surgir desde ahí nuevos emprendimientos que pueden ser potenciados, adaptándose a sus necesidades, sin imponer una metodología estándar.
Según el último censo del año 2017, aproximadamente el 12.8% de la población chilena se identifica como indígena. Entre las actividades productivas que realizan se destacan las agrícolas, hortícolas, forestales, pesqueras y turísticas. También su patrimonio cultural resalta en emprendimientos de artesanía, de orfebrería y textiles.
Caso de éxito
Una de ellas la emprendedora en agricultura Verónica Contreras, oriunda del Valle del Limarí, ubicado en la región de Coquimbo en Chile, creció en una familia agricultora. Sus primeros recuerdos son debajo de una mata de lechuga y nadando en el río.
“Mi vida siempre ha girado en torno a la naturaleza. Pienso que eso me mantiene joven y me permite ser libre”, relata.
Agradece a su sangre indígena Diaguita su arraigo a la tierra y la energía para trabajarla.
Al igual que su madre, durante muchos años trabajó como temporera para empresas exportadoras hasta que decidió emprender para poder administrar su tiempo y atender a sus tres hijos pequeños.
Fue entonces cuando conoció a Fondo Esperanza y se animó a formar el primer Banco Comunal de la zona: Las Socias Renacen al Futuro.
Un grupo que ella define orgullosa como “responsable, con ganas de trabajar y sacar adelante su emprendimiento, un grupo donde las confianzas ya están consolidadas”.
Este piloto de ruralidad se realizará en distintas partes del país hasta diciembre de 2024 y luego se buscará, en base a los resultados, estandarizar la metodología a través de la experiencia con ruralidad y población indígena.
Conoce más información sobre Fondo Esperanza, sus beneficios, su enfoque social y especial acompañamiento con cada uno de sus socios ingresando en www.fondoesperanza.cl